Teatro como "Tres versiones de la vida" revitaliza las marquesinas de la calle Corientes.
¡¡Poquer de actores! Cuatro talentosos que hacen olvidar la escenografía y las herramientas complementarioas y dejan al desuno el valor del histrionismo. Una obra para empacharse.
La verdad, no tenía muchas ganas de ir al teatro. Meterme en el centro con el autor, manejas, buscar estacionamiento... Era martes, la semana recién empezaba y me daba fiaca.
Pero me llamó el pelado Furgang, viejo lobo de prensas y chicanero como él sólo, y me clavó la espina: "Seguro que me vas a plantar... El que se embroma sos vos. Te perdés una buena obra, una excelente dirección y cuatro actores de la hostia..Andá a dormir como las gallinas..."
Me tocó el amor propio. Repasé el elenco de Tres versiones de la vida, y me sentí menos cansado: Paola Krum, Luis Luque, Fernán Mirás y Carola Reyna ¡¡Epa!!
Me gustó sin que se me cruzara una sola duda.
"A ver, aver... ¿quién dirige? Romero... El libro original es de Yasmina Reza, la misma autora, francesa, de la exitosa ART con adaptación de Masllorens y González del Pino...
¡¡Caramba!! ¿Qué sala? ... El Multiteatro, voy a estar cómodo y produce Faroni... Mtomo un taxi y voy un rato"
Lo que me hubiese perdido si me iba a dormir!
Disfruté cada frase, cada devolución, cada gesto, cada silencio...
Una obra redondita, bien dirigida y actuada al milímetro.
Todo en su lugar, funciando como un reloj suizo.
¡¡Qué actores!! No volaba una mosca en la sala.
El público estaba ensimismado por la trama, porque la escenografía consistía apenas en un sillón de tres plazas, dos sillas y una pequeña mesita.
Nada más para que estos cuatro personajes fueran desarrollando todas sus máscaras, todos los snetidos, todos los estados de ánimo y las situaciones más cambiantes que se pueden dar dentro de una misma historia.
No me sorprendió Paola, ni con su embarazo escondido con cautela ni con su actuación. ¡Magistral!
Tampoco Fernán, porque lo tenía como un actor exquisito y lo ratificó a cada instante.
Luis confirmó que es ung roso más allá del cinturón. Que vena histriónica, qué fervor, qué talento...
Pero la que me impactó, aunque sé que es una buena actriz, fue Carola. Hizo todo y un poco más.
Trabajó la histeria, la hipocresía, el conficto, el depsecho, ironía, la ebriedad, la solemindad y lo cumplió con tanta natrualidad y eficacia que no dejó rendijas que permitieran algun cuestionamiento.
Menos mal que no me borré.
Cuatro personajes in otros elementos que sus rostros, expresiones, y cuerpos para recorrer todas las instancias de un libro que narra las problemáticas de dos parejas, y dentro de los mismos planteos, rematan las mismas historias con distintas circunstancias.
Hay que estar una hora y media cara a cara con el público, sólo con el libro y las calidades artísticas.
UNA SINFONÍA ACTORAL que permitió disfrutar de cada palabra, movimientos, tildes..
Nada pisarse ni entregar el diálogo a destiempo.
Todo sincronizado. Ninguna distracción, ni en la respiración ni en las miradas.
Hubo momentos en los que no supe si mirar al que actuaba el texto, a las expresiones de los tres que completaban la escena en otra perspectiva.
CUATRO ACTORES, cuatro universos adentro de un mismo libro.
La pasé bien, no me arrepiento de haberle hecho caso al pelado, y no se lo quise contar sólo a mi almohada.
LUIS VENTURA
24/07/2007