Pablo, empleado en un laboratorio medicinal, recibe de dos corruptos directores, Paterson y Correa, un ascenso a gerente que acepta y con el cual el muchacho se convierte en yuppie. Pero rápidamente pasa a la categoría de militante por los derechos de los obreros tras la muerte de su tío sindicalista a manos de matones de la patronal, denunciando encendidamente a los empresarios del rubro.